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lunes, 1 de junio de 2009

LOS BANQUEROS DE KIRCHNER

Con el aval de la Casa Rosada, la decisión de algunas entidades extranjeras y la ayuda del Banco Central, surge una nueva élite de banqueros argentinos. INSISTIMOS EN INVESTIGAR EL MODELO KIRCHNERISTA. NO ES PROGRESISTA EN LO SOCIAL. TAMPOCO ES NEODESARROLLISTA. SIGUE SIENDO NEOLIBERAL EN MUCHÍSIMOS ASPECTOS. PRESENTA CARACTERÍSTICAS NEOESCLAVISTAS EN SU PROFUNDA RELACIÓN CON EL TRABAJO EN NEGRO Y LA SUPEREXPLOTACIÓN. DIARIOLIBRE.info

Un informe de CLAUDIO M. CHIARUTTINI daba, hace tiempo, algunas claves sobre la relación de Kirchner con los banqueros. Habría qu agregar a Carlos Heller, que se ha sumado hace poco al paquete.

Jorge Brito y Jorge Ezequiel Carballo -Banco Macro Bansud,
Enrique Eskenazi -Petersen Inversiones,
Jorge y Ricardo Stuart Milne -Banco Patagonia,
Gabriel Coqueugniot -Banco Bañes, y
Guillermo Cerviño -Banco Comafi.
Todos ellos ocuparán en esta primera década del siglo 21 el rol que tuvieron

Carlos y Gregorio Perez Companc, Banco Río de la Plata,
Eduardo Escasany (padre) -Banco Galicia,
Luis María Otero Monsegur -Banco Francés,
Narciso Ocampo -Banco Ganadero y
Alberto Berisso y Francisco Soldati -Banco Crédito (antes Nuevo Banco Italiano),
a mediados de los ‘70.

Ambas generaciones de banqueros tienen algo en común: comenzaron a desarrollar sus actividades en bancos pequeños, en muchos casos monocasas, y crecieron a fuerza de compras o fusiones con otras entidades, pero se diferencian en la velocidad e intensidad del crecimiento (a la vieja generación le costó 20 años para liderar el mercado local y, a la nueva generación, menos de 10 años). Además, ellos coinciden en su posición contraria a la banca extranjera: en 1972, Perez Companc, Escasany, Ocampo, Otero Monsegur, Soldati y Berisso se alejaron de la Asociación de Bancos de la República Argentina (Abra, creada en 1935) para fundar la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) de la mano de Norberto Peruzzotti, su Director Ejecutivo.
Por su parte, Jorge Brito lideró en abril de 2003 la reapertura de Adeba bajo el nombre de Asociación de Bancos Privados de Capital Nacional, con el apoyo de Eduardo Escasany (hijo) y la conducción interna de Peruzzotti. Las realidades son también paralelas: a mediados de los ‘70 dominaban el mercado financiero entidades bancarias extranjeras y los argentinos ocupaban un rol secundario o actuaban en mesas de dinero, casas de cambio o financieras, necesitaron de la reforma bancaria de José Alfredo Martínez de Hoz para ‘institucionalizarse’.
A la sombra del derrumbe de bancos y financieras ocurrida en los ‘80 (aunque se fundaron cerca de 200 instituciones crediticias se cerraron cerca de 500 entidades) y los vientos a favor de los ‘90, lograron consolidar sus redes comerciales y, salvo el caso del Galicia, pasaron a manos de los ‘odiados’ extranjeros. Por su parte, la nueva élite bancaria argentina, logró crecer a fuerza de la privatización de bancos provinciales, adquisiciones de operaciones que eran de inversores extranjeros, o participación de liquidaciones realizadas por el Banco Central, bajo el paraguas del Artículo 35º de la Carta Orgánica de la entidad de control.

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